Fred y Ginger son mejores amigos y viven juntos, pero cada uno disfruta su vida de una manera muy particular. A Fred le encanta ser ordenado y limpio, mientras que a Ginger le encanta dejar tiradas las botellas de leche vacías.
Sobre esas personalidades tan diferentes, ambos comparten una cosa en común, que es bailar. A pesar de esto, cuando combinan sus pasos, siempre terminan peleando y enredan todas sus patas una encima de la otra. ¿Cuál será el mejor ritmo para encontrar el baile perfecto? ¿Swing, tap, salsa? ¿Será breaking dance, belly dance o ballet? Quizá no sea el baile lo verdaderamente importante.
En esta historia, la ilustadora Tingyu retrata una amistad a través de sus actividades diarias e impresionante escenas de baile. Entre los detalles más sobresalientes, cada ritmo musical encuentra su escenario perfecto en la decoración del hogar de esta pareja. El conflicto entre estos gatos no podría ser más interesante y vívido sin sus encantadoras diferencias.
Al final, Alfred y Ginger demuestan que pueden no compartir los mismos gustos, pero esto hace que su amistad sea más hermosa, ya que nada es tan valioso como tenerse uno al otro.