El inframundo es un lugar donde los muertos pasan para poder reencarnar. Ahí se encuentra sentado el rey Yan juzgando a todo aquel que desee entrar, simpre custodiado por sus dos presencias llamadas Impredecible Futuro. Se dice que aquel que presente una invitación del rey podrá acceder al recinto sin estar verdaderamente muerto. El protagonista de este relato es un joven que tiene la habilidad psíquica de ver fenómenos paranormales. Una noche sin luz, se encuentra con un hombre de traje oscuro y rostro cubierto que dice ser el Impredecible Futuro negro, como la tradición budista representa, y quien le otorga la invitación a visitar el infierno. Tiempo después, los dos vuelven a encontrarse, y el joven es regañado por no hacer nada después de haber adquirido su poder. Pero en esta ocasión, el Impredecible Futuro le comenta que el rey Yan ha desaparecido y la única pista es que se encuentra en una isla al este. El Impredecible Futuro blanco se une a la búsqueda del rey Yan y juntos comparten una aventura que los llevará a descubrir que parte de los extraños eventos que notan en la superficie son consecuencia de la indiferencia, codicia y agresión humanas. El trabajo del autor destaca por su detallada representación de diferentes demonios y monstruos, así como en las diferentes expresiones fuente del miedo y el terror. Esta obra se inspira en las creencias tradicionales para desarrollar un estilo propio y construir un mundo adecuado en su historia. La trama no distingue entre el bien y el mal, pero utiliza sus ejemplos para representar toda la complejidad y naturaleza humanas. Dirigido a aquellos lectores de historias de aventura o demonios.