La gente pensaba que esta máquina era capaz de capturar tu alma, y que una vez dentro de la imagen la persona perdería peso y eventualmente su alma se extinguiría.
Quizá por eso Nanguang Deng estaba tan fascinado por los retratos. Las fotografías que capturó de su familia cuando era un adolescente muestran un aura de misterio y magia, como si detrás del rastro de sales de plata y luz se encontrara un conjuro.
En su trabajo, siempre se mantuvo presente a lado de sus modelos y grupos de gente. Capturó todos los cambios del tiempo y espacio, pero no fue capaz de notar las marcas que el paso de los años dejaron sobre su propio rostro.
En un momento de la existencia humana donde la proliferación de imágenes es descomuncal, el autor de este libro recupera la historia y vida de Nanguang Deng, un famoso fotógrafo de mitad de siglo en Taiwán. Al lado de otros fotográfos de la época, el autor recrea sus voces y reflecciona sobre la profunda influencia e interacción que la fotografía tuvo sobre la sociedad, la ciencia y la política.
Este es un relato fascinante sobre la juventud de la fotografía en esta isla al este del mundo, cuyo autor mira con gran interés y cuyo trabajo logró restaurar muchos de los ejemplos de imagen.