Considerado un prodigio musical desde temprana edad, el ahora afinador de piano ha perdido el sentido de su existencia luego de olvidar su sueño de convertirse en pianista. Cuando un empresario viudo de sesenta años lo visita para arreglar el piano de su esposa fallecida, una relación de amistad cobra vida. Juntos colaborarán en un negocio que los ayudará a redirigir su vida y encontrar nuevos motivos en busca de la felicidad. Señalada como una de las mejores novelas nunca escritas en la literatura taiwanesa por renombrados críticos, esta obra es al mismo tiempo precisa y elegante como la música interpretada de una sinfonía o un adagio. Llena de matices excepcionales y rigor estilísticos, fluye hasta hacer notar al lector que sus páginas corren en consonancia musical.