Con su característica inocencia, Severus Lian se sirve de su imaginación y de su experiencia infantil abriendo y cerrando el refrigerador a escondidas para crear un argumento humorístico y entretenido con un final inesperado que hace sonreír. A través del pequeño amigo polar que se esconde en la nevera, la historia nos alerta de la escasez de alimentos que sufren algunos animales y espera que todos podamos poner de nuestra parte para ayudar al medio ambiente.